"BARNABITAS ESPAÑA"


AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD

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CULTURA

 Es natural que una escuela engendre cultura para que alcance un nivel digno. Los formadores han de ser adecuadamente formados. Cuanto más mejor. Es por ello que los Barnabitas han dado impulso a las ciencias y a las letras en sus diferentes campos a partir del siglo XVII.  “También en el ámbito de la ciencia y la cultura los Barnabitas han dejado huellas profundas".


Es imposible recordarlos a todos, pero bien se pueden mencionar algunos de los más significativos:

1.    P. Redento Baranzano (1590-1622).

Defendió las teorías copernicanas antes que Galileo. Fue censurado por la Inqui­sición y sólo se salvó por la intervención de su gran amigo S. Francisco de Sales. Murió jovencísimo.

2.   P. Ambrosio Mazenta (1565-1635)

XIV Sup. General de la Orden. Gran ar­quitecto y experto en hidráulica. Abrió la Congregación a la enseñanza.


P. Luis Ungarelli 3.   P. Pablo Frisi (1728-1784)

Ocupó la cátedra que fue de Galileo en la Universi­dad de Pisa. Contribuyó con su obra a que la Iglesia asumiera las teorías de Ga­lileo, para que fueran retiradas del Indice las obras del gran científico. Esto ocurrió en el año 1820, siendo otro Barnabita Consultor de la Inquisición.

      4.   P. Luis Ungarelli (1779-1845)

Exégeta, bibliógrafo y egiptólogo. Publico la «Interpretatio obeliscorum orbis» en 1842. Por su capacidad, el Papa Gregorio XVI le encargó la fundación del Museo Egipcio Vaticano.

5.      P. Tirnoteo Bertelli (1826-1905)

Reconocido inventor del Sismógrafo.

6.      P. Carlos Vercellone (1814-1869)

Teólogo y biblista de fama internacional. Publicó el «Código Vaticano» (1857) y las «Variantes de la Vulgata» (1860).

7.      P. Luis Bruzza (1813-1883)

        Arqueólogo. Valorado especialmente por sus trabajos y descubrimientos en las Catacumbas romanas.

        P. Francisco Mª Denza (1834 - 1894)8.   P. Francisco Denza (1834-1894)

      Meteorólogo y restaurador del Observatorio Vaticano.

9.   P. Umberto Fasola (1917-1990).

En la línea de los arqueólogos, dedicó toda su vida a la arqueología cristiana, en especial las catacumbas romanas y napoli­tanas. Cultivó mucho el culto en la liturgia.

 Lejos de ser exhaustiva la lista, sin em­bargo, dan muestra de la polivalencia y de la entrega de la Congregación a todos los campos del saber. Y es sumamente exaltante llegar a Dios a través de la ciencia, cola­borando así en la obra de la creación para que nuestro mundo sea más y mejor habi­table sin ninguna discriminación.

Así lo entendió la Congregación y así lo hizo extensible a todos los lugares del mun­do donde ejerció su apostolado. Y lo sigue realizando con honor y dedicación.










                   
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