"BARNABITAS ESPAÑA"


BARNABITAS - ESPAÑA

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De los inicios... hasta hoy día

Para las Congregaciones religiosas, y los Barnabitas no son una excepción, cada Capítulo General (Asamblea de representantes de toda la Congregación con poder decisorio) marca un hito en la historia de las mismas. Se prepara cuidadosamente, se programan todas las discusiones y se hace un programa para el futuro. Si nos quedamos en los Capítulos posteriores a la Segunda Guerra Mun­dial, observamos una voluntad de expansión geográfica, que alcanza cuatro continentes. El año 1946 supuso las fundaciones en Chile y Argentina, en 1952 Estados Unidos de América-Canadá y Africa, en 1988 Filipinas y Polonia, en 1994 Albania... etc.

Siervo de Dios Diego Martínez Para España, siguiendo esta trayectoria fundacional, le tocó su hora en 1964 (los Ca­pítulos se celebran cada seis años). Recién acabado el Capítulo (agosto), a primeros de septiembre el Sup. General, P. Giovanni Bernasconi, encarga a los PP. Antonio Cozzi y Luis Origlia visitar el terreno. De momen­to se buscó un punto de referencia para ini­ciar las operaciones.

A primeros de noviembre partían desde Génova tres religiosos, los PP. Luis Origlia y los recién ordenados sacerdotes Romano Contrisciani y Angelo Scotti. Su destino: Bilbao. La Comunidad del Colegio Santiago Apóstol (religiosos de la Salle) acogió a los tres "pioneros" decididos a llevar a cabo la misión encomendada. Confianza en la Providencia, una carta de recomendación del Card. Larraona (Español y Claretiano) y poco mas fueron sus instrumentos.

Los dos “jóvenes” se quedan en Bilbao: afinan armas y aprenden el castellano. El P. Luis viaja a Pa­lencia donde se queda solo hasta junio siguiente. Tierra fértil y no sólo en agricultura, también en es­piritualidad. Esto nos anima a buscar allí el sentido inicial de nuestra presencia en España: es­pacio vocacional para futuras afir­maciones. En Palencia el P. Luis toma contacto con autoridades ci­viles y religiosas y con un arquitec­to para la compra de un terreno y el proyecto del seminario.

Las negociaciones no fueron fáciles. Fi­nalmente se concreta en la misma capital, el 29 de junio de 1965, presente nuestro Sup. General y el Sr. Obispo de la diócesis, D. José Souto Vizoso; bajo un «sol de justicia» se bendice la primera piedra de un edificio que será el futuro «Seminario Diego Martínez».

El 11 de noviembre de ese mismo año 1965, gracias a una reestructurada «casita» ubicada en el mismo terreno, se puede dar comienzo a las actividades docentes, en espera del nuevo edificio. Los alumnos son 24. Y llega para «dar una mano» el P. Pedro Monti. Y son... cuatro.

El 17 de mayo de 1966, el mismo Obispo de la diócesis, bendice los locales de la prime­ra fase (aulas y anexos docentes). Nos acom­pañan para compartir la labor educativa y formativa, dos estudiantes de teología veni­dos de Italia, José Cogotzi y José Cagnetta. Para el curso siguiente, 1966-67, los alum­nos aumentan a 52. Se solicita la colabora­ción de profesores seglares. Para el curso 67-68, aumentando los alumnos (82), se requie­re un refuerzo en la etapa formativa: a fina­les de noviembre llegan los PP. Serafino Co­lombo y Ferruccio Trufi. La Comunidad se hace más numerosa y la colaboración más necesaria. Con nosotros comparten esta la­bor, además de sus estudios de preparación, dos <jóvenes» promesas y futuros Sacerdotes Barnabitas: Santiago Ramos y Justo Balde­ón. Pero marcha el P. Monti, con destino Chile.

Mons. José Souto Vizoso y P. Luis

 A principios de 1968, el 9 de febrero (tal vez nos sentíamos fuertes), el P. Luis (ya se habían tomado los contactos oportunos) marcha en una noche «muy invernal» cami­no de Madrid. El deseo de expansión y de ul­teriores afirmaciones, pasa por la Capital de España. Allí nos esperaba para el presente y el futuro un campo maravilloso de apostola­do. En la Carretera de Extremadura, en el Parque Europa recién estrenado, el Obispo de Madrid, Mons. Casimiro Morcillo, nos confía una parroquia, a la cual se dará el nombre de 5. Antonio Mª Zaccaría, en honor del Santo Fundador.

Es este el segundo capítulo de nuestra historia española. Acogidos por el calor fra­ternal de la gente del barrio (la mayoría ve­nidos de otras regiones de España), el P. Luis, al cual se unirá a finales de marzo, el P. Carlos Musazzi, destinado desde Argentina, podrá dar comienzo a su labor pastoral. Los dos religiosos se «harán» pronto con el cariño y la co­laboración de la gente. No tardarán mu­cho en empe­zar la obra del conjunto pa­rroquial, susti­tuido de mo­mento por una «chabola» muy acogedora, gracias a la co­laboración de la gente, que empieza a ver en los Padres unos «amigos» llegados para ellos.

Siguen mientras los trabajos de construc­ción en Palencia y la actividad del Semina­rio, que empieza a dar sus frutos: Santiago Ramos viaja a Chile para completar sus estu­dios de formáción y preparación a la vida re­ligiosa y sacerdocio. Al año siguiente le al­canzará Justo Baldeón, y el 29 de junio de 1968, al cumplirse los tres años de la bendi­ción de la Primera Piedra, el mismo Obispo D. José Souto, con el P. General de la Con­gregación y muchos otros religiosos venidos

de Italia y amigos nuevos de España, bendice solemnemente todo el edificio del Seminario Diego Martínez. Los alumnos irán aumen­tando paulatinamente y los religiosos se su­cederán en el mismo y en la España barnabi­ta. Ese mismo año llegará de Italia el P. Pao­lo Mazzucchelli. Se quedará en Palencia has­ta el año 1976, aportando todo su corazón y sus grandes iniciativas para el bien de los alumnos, que a distancia de tiempo lo re­cuerdan con cariño y admiración: sus clases de francés y lenguaje, religión y especial­mente la afición hacia la «marquetería». Trató por todos modos de inculcar a los alumnos el amor a la Congregación y una educación firme y profunda.

Padres Barnabitas en PalenciaEn el año 1969 llegan los PP. Lino Fontanesi (de Chile) y José Cogotzi (de Italia). El primero para trabajar en Palencia y el segundo para Madrid. Sigue igualmente, desde el estudiantado teológico de Roma, la colaboración para formar a los alumnos de Palen­cia. Esta vez serán Nicolás Coratella, Doménico di Chiaro y Michele Ferrara.

Al mismo tiempo que se iba afianzando el Seminario de Palencia, se concretaba la presencia barnabítica en la Capital de España. Se llega así al 12 de diciembre de 1971. El Obispo Auxiliar de Madrid, Mons. Antonio Blanco, bendecía solemnemente el nuevo conjunto parroquial de S. Antonio Mª Zaccaría.

Desde Chile, mientras tanto, nos llegaban buenas noticias: el 30 de marzo de 1972 era Ordenado Sacerdote el primer Barnabita de España: Santiago Ramos. Ese mismo año, a partir del mes de septiembre, se instituye en los mismos locales del Seminario de Palencia, el Noviciado de la Congregación en España. Al año siguiente, 22 de noviembre de 1973, el Noviciado se traslada a Llanes (Asturias). Han llegado a España para reforzar las comunidades los PP. Giovanni Spinelli y Giuliano Beretta. Por esta razón se pudo pensar en una expansión geográfica. Sin em­bargo, por razones internas, desde Llanes se retorna a Palencia al año siguiente, pero se buscan nuevos horizontes de apostolado. Después de' varios y prolongados contactos con los responsables diocesanos de Valencia, se acepta la fundación de una Comunidad en la población de Silla (parroquia) y hacia el norte de la misma capital, en S. Isidro de Benageber, una pe­queña residencia con parroquia para que los estudiantes de teología pudiesen frecuentar los cur­sos teológicos en el Seminario de Mon­cada. Esta funda­ción de 5. Isidro será efectiva entre los años 1974y 1976.

Ese mismo año 1974, el 1 de diciembre, será ordenado sacerdote el segundo religioso Barna­bita de España, Justo Baldeón. Será en Palencia, en la Capilla de nuestro Seminario, abarrotada de público, como en las grandes ocasiones.

El que sigue es un período de gran activi­dad, de frecuentes intercambios de religiosos desde una comunidad a otra, manteniendo siempre vivo el fervor y el esfuerzo. Se suceden también los cambios como guías y relaciones en el seno de la Congregación. El año 1967, celebrando el Capítulo General extraordinario, se decidió la unión de las comunidades de España con Chile y Argentina en una única Provincia religiosa hispano-ame­ricana. Este experimento, que por otro lado dio también muchos frutos en la colaboración, se dio por terminado en el Capítulo General de 1976. Toma el relevo, como respon­sable religioso en España, el P. Romano Contriscianí.

En este tiempo tenemos que reseñar algu­nos hechos importantes y puntuales:

  • 5 de julio de 1981: Ordenación Sacer­dotal de los dos primeros alumnos «jó­venes» del Seminario Diego Martínez. En la Capilla del mismo Seminario son Ordenados Sacerdotes los PP. Mariano Sánchez y Víctor Ruiz.

  • Junio-julio 1981: tras largas nego­ciaciones, el Arzobispo de Barcelona, Card. Narciso Jubany, confiaba a los PP. Barnabitas la parroquia de St. Adriá en la población de Sant. Adrià de Besòs. Allí serán destinados inicialmen­te los PP. Carlos Musazzi y Cosme Vasti, llegado tres años antes de Italia y en­tonces en la parroquia de Madrid. Em­pieza la andadura catalana.

  • 12 de octubre de 1981: inauguración solemne del Conjunto Parroquial de San Roque, en Silla, por el Arzobispo Mons. Miguel roca Cabanellas. Allí los PP. Luis Origlia y Julián Beretta ya iban desarrollando su actividad desde hacía años y ven así satisfechos sus es­fuerzos con los nuevos locales.

En 1982, el P. Angel Scotti toma el relevo como coordinador de la Congregación en Es­paña y siempre como dependencia directa del Superior General. El mismo año, es ordena­do sacerdote en su pueblo de Buena Vista de Valdavia (Palencia) el P. Vicente Gutiérrez.

En el Capítulo General de ese mismo año, se empieza a hablar de la posibilidad de cons­tituir la Delegación Española de los PP. Bar­nabitas, en Provincia Religiosa.

De momento, habrá que esperar hasta el año 1991 en que, finalmente se llevará a efecto.

En el año 1989, debido a que el Seminario ha dejado de funcionar años atrás, se decide la transformación de éste en Residencia de Estudiantes. Se toma esta decisión con la presencia del Superior General P. Giuseppe Bassotti y la Consulta de la Delegación.

En este mismo año es elegido Delegado Provincial el P. Víctor Ruiz.

Aprovechando las instalaciones ya exis­tentes por la transformación de una parte del edificio en los últimos tiempos, se puede empezar el nuevo proyecto. Contemporáne­amente, con la ayuda una vez más de la Cu­ria general, se acomete la remodelación de otra parte del edificio para acondicionarlo a la nueva situación y ampliar las posibilida­des ya existentes.

La nueva Provincia Española de la que su primer Provincial es el P. Víctor Ruiz, cuenta con cuatro comunidades: Palencia, Madrid, Silla y San Adrián de Besòs. En esta última localidad, desde el año 1986, se ha aceptado otra Parroquia, San Juan Bautista.

El tema preocupante sigue siendo el vocacional. El año 1988 es ordenado Sacerdo­te el P. Carlos Andrés, y en 1990 el P. Eduardo M. Alonso. Lejos parece ya el día en que en Madrid, 5 de julio de 1986, fueron ordenados Sacerdotes cuatro hermanos nuestros. Aún así es siempre alto el interés por el apostolado activo. El 22 de mayo de 1994 es Ordenado Sacerdote el P. Vicente Vayá.

En 1995 se concluyen las conversaciones con la Curia diocesana de Palencia para que la Congregación asuma una Unidad Pastoral en Tierra de Campos: Boada, Villerías y Me­neses son las tres poblaciones asignadas. Se hace cargo el P. José Antonio González. Poco después, se abre un nuevo camino de espe­ranza para volver a dar vitalidad a la Comu­nidad misma de Palencia: la ocasión de ocu­par otros espacios libres en el edificio del Se­minario. Esta oportunidad la ofrece el Minis­terio de Educación y Ciencia (MEC) que, con motivo de la implantación de la nueva ley de enseñanza (LOGSE), pide alquilar el local de las aulas. Las negociaciones llegan a buen término en junio de 1996 y en septiembre del mismo año se pone en marcha la actividad do­cente, todo a cargo del Ministerio.

Esto da una nueva dimensión por la «Casa» propia de la Congregación en Espa­ña. El número de estudiantes residentes es­casea siempre y se ha estancado en los últi­mos años. Pero de momento la comunidad tiene un campo de apostolado que satisface sacerdotalmente.

Sigue vivo: en sus obras y en sus hijos, esparcidos por cuatro continentes, desarro­llando actividades apostólicas, educativas y misioneras. Templos, Colegios, Centros de Espiritualidad y Asistencia Social llevan su nombre.

Sigue vivo: le llamamos Padre.

Cada día la Familia Zaccariana reza:

 «Míranos del Cielo, oh Padre, ve y  visita esta viña

y lleva a buen término la obra que Tú empezaste.

 

                                                       COMUNIDAD DE MADRID

                                                      con la colaboración del P. Ángel

































































































                   
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