"El
Justo es como un árbol plantado a lo largo del río,
destinado
a florecer en eterna Primavera".
En esta imagen simbólica,
contenida en el Salmo 1º, se meditan felizmente los acontecimientos de Antonio
María Zaccaría, el joven médico cremonés que vivió en la primera mitad del
siglo dieciséis, consagrado sacerdote y después proclamado santo el 27 de Mayo
de 1897.
Una vida breve la
suya, aunque intensa, que se apaga a la edad casi de los 37 años y marcada por
una dúplice pasión: la Medicina, como muestran sus estudios universitarios, y
después la Dedicación a Dios, con el ejercicio del Sacerdocio.
Por lo tanto, una
vocación doble, pero no contradictoria, porque en el testimonio de vida del
Santo, el cuidado de los cuerpos cederá el paso al cuidado de las almas, en un
compromiso de caridad y amor por el prójimo, que consumieron su existencia...
Texto sacado del videocasette: "Vida San Antonio"