Corría el año de Nuestro Señor de 1982, cuando a la feligresía de aquesta Real Corte y Villa llegose un clericillo (poco más de 1,65 m.), barbilampiño, ojos tunos y tocador de mandolina. Y sucedió que fuele encomen­dada por el Reverendo señor cura párroco del lugar (a la sazón el padre Justo), la guardia y custodia espiritual de los infantes e mozas del lugar. Durante algunos años afanose en guiar a semejantes huestes hacia los buenos pastos, unas veces con más y otras con me­nos éxito.

Trasladose la Santa Eucaristía de infan­tes (misa de niños) desde las catacumbas parroquiales al templo y ocurriósele (previa inspiración divina) que bien podrían aquellos participar más plenamente en los sagrados misterios con su lecturas, ruegos y peticio­nes hacia el Criador; y así inició la elabora­ción de pequeños legajos, a los que gustábale llamar guiones.

Pronto los infantes del lugar peleábanse por acometer la lectura de los Sagrados Tex­tos o los ruegos y oraciones que el joven clérigo escribía en oscuras noches mientras era arrullado por cantos italianos o jotas de la austera Castilla. Mas todo pastor necesita de ayuda cuando la mano del Altísimo hace crecer los reba­ños. Por ello, aquel que hace salir el sol sobre buenos y ma­los y hace llover so­bre justos e injustos envióle a un pillo seminarista (hoy es­pera su primer hijo), el cual tomó, con non escasa vehe­mencia, el encargo de colaborar en la custodia de aquellas criaturas. El primer Equipo de Misa de Niños.

Fueron sucediéndose las estaciones, los días del padre, las comuniones, y El Espíritu fue llamando a los que El, el cura y Benito, el seminarista, quisieron; una catequista aquí, otra catequista allá, . .. Pocos fueron llama­dos y, bastante menos los que aceptaron.

En aquestas jor­nadas de turbacio­nes políticas y baja­da de los tipos de interés, no todos los miembros del equi­po son catequistas, algunos son padres de infantes, otros parte de la feligre­sía; ellos introduje­ron en el Equipo há­bitos tan loables y altos como el frater­nal ágape antes, durante y después de la preparación de los guiones de las cele­braciones.

De lo que has leído, mi querido lector, este escribidor da fe y su testimonio es ver­dadero.

 

Eucaristías más animadas y participativas

El grupo de liturgia comenzó su anda­dura en el año 1983. Al principio, comenza­mos a reunirnos dos personas con el p. Colombo, y posteriormente se incorporó alguna más.

En los primeros meses, se nos fue instru­yendo un poco en todo lo que significaba la liturgia, la forma de preparar y animar las Eucaristías y conocer el mensaje de las lectu­ras evangélicas que se leen en las misas de los domingos, días festivos y alguna celebración especial. Tam­bién se participa en los tiempos litúrgicos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua.

Al marcharse el p. Colombo, es­tuvimos reuniéndonos con el p. Mariano y posteriormente con los PP. Justo, Víctor y actualmente con el p. Vicente Vayá.

En todas las reuniones, se prepa­ran las introducciones, moniciones y las lecturas que se distribuyen entre las distintas personas del grupo que van a participar en la próxima cere­monia.

Con el paso de los años y tanto por la propia experiencia personal, como por la asistencia a distintos cur­sillos en la Vicaría, el equipo de Litur­gia se ha convertido en un grupo más compacto y unido.

Nos reunimos una vez a la sema­na y estamos abiertos a todas las per­sonas que quieran unirse a nosotros, para así conocer mejor el sentido y contenido de las celebraciones y vivirlas con más intensidad.